Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus


wunderkam memento mori


Por Igor Yglesias-Palomar

Pero huye entre tanto, huye irreparable el tiempo.

Virgilio, el poeta romano, autor de La Eneida, escribió en sus Georgicas esta frase, representante de una de las realidades más acosantes y desoladoras de nuestra existencia, resumida y conocida comúnmente como el lema Tempus fugit.

El tiempo vuela. Nada es eterno; casi ni siquiera duradero. Todo lo que vive, todo lo que es, tiene un final. Es ley del cosmos, y de nada sirve lamentarse por ello. Si algo hay inevitable en este universo es la muerte. La del autor de este texto, la de los lectores que puedan participar de sus pensamientos. Quiera el cosmos que tarden mucho en llegar, pero llegarán. En realidad, de lo único que podemos estar seguros en esta vida es de que lo harán. Todo es, por desgracia, efímero.